Investigadores españoles han conseguido financiación para el desarrollo de unas lentillas terapéuticas para luchar contra la diabetes.

Hace algunas semanas que hablábamos de los avances de un grupo de investigadores españoles, en la creación de nuevos fármacos para luchar contra esta enfermedad, este equipo, valiéndose fundamentalmente de las benzodiazepinas para conseguir unos excelentes resultados. Para los que no leyeran la noticia os dejamos el enlace aquí.

Son muchos los equipos de investigadores que luchan por poder encontrar una medicina para la diabetes, debido a que a día de hoy afecta a, nada más y nada menos, que a más de 347 millones de personas con diabetes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Lejos de ser una enfermedad en recesión, se prevé que se va a hacer cada vez más prevalente: así, para el año 2035, se calcula que serán 592 millones los diabéticos del mundo. De esta forma, según estimaciones de la OMS, la diabetes será la séptima causa de muerte en 2030.

La diabetes, puede producir importantes problemas asociados a los pacientes, ya que, puede dificultar el control de la presión arterial y del colesterol, algunos nervios del cuerpo pueden resultar dañados (causando dolor, hormigueo y pérdida de sensibilidad), y, como consecuencia del azúcar alto en la sangre, puede producirse un daño importante en los riñones.

El pie diabético, puede desembocar incluso en la amputación de esta extremidad, y además, los problemas oculares. Una persona con un nivel de glucosa mal controlado puede presentar una afectación en el nervio óptico, y esto podría desembocar en una ceguera.

Es en los ojos en donde el trabajo de investigación, desarrollado por Carmen Álvarez, profesora titular de Farmacia y Tecnología Farmacéutica en la Universidad de Santiago de Compostela se centra para paliar los efectos de la diabetes en la visión. Ya que, no es nada raro, que las personas diabéticas manifiesten problemas en la superficie del ojo. Si no controlan su glucosa como deberían, pueden sufrir inflamación en la córnea, sequedad en el ojo, más erosiones en el epitelio corneal y, además, tener una mayor incidencia de infecciones.

Carmen Álvarez,  junto a su equipo, está a las puertas de embarcarse en un proyecto que pretende crear unas lentes de contacto para tratar el ojo diabético.

Carmen Alvarez

Carmen Alvarez

«Se trata de dotar de actividad terapéutica a las lentes de contacto que normalmente se usan para corregir la visión», explica Álvarez, que ya ha desarrollado, en el pasado, lentillas que tratan infecciones,glaucoma, o alergias.

Con estas lentes, el paciente podría controlar, tanto sus problemas de visión, como las complicaciones oculares que padece como consecuencia de la diabetes. Para ello, explica Álvarez, «se incorporan unas serie de fármacos a la lente que permitirán reducir la progresión de estas patologías».

¿Y cómo se consigue esto?

Álvarez explica que las lentillas son, en realidad «hidrogeles, una serie de entramados de polímeros, son estos los que vamos a modificar para que tengan una serie de grupos químicos que puedan captar el fármaco cederlo después, cuando las lentes se coloquen sobre la superficie del ojo».

De esta forma, la lentilla que se pondría la persona tendría que haber sido previamente cargada con el fármaco en cuestión. Sobre si, pasado el tiempo, sería necesario recargarlo, Álvarez responde que eso «dependerá del tipo de lente» que se use (diarias, de un mes, etc).

Pero el proyecto de esta farmacéutica no consiste sólo en modificarunas lentillas corrientes para que tengan estas propiedades terapéuticas: su idea es ir al inicio, y que el equipo se encargue también de fabricar las lentes. «Nosotros hacemos el diseño, para que las lentes tengan estas prestaciones como vehículo del fármaco».

¿Y para cuando podemos disponer de ellas?

Dada la utilidad y la aparente facilidad de manejo de este producto, muchos se preguntan cuándo estarán disponibles estas lentillas adaptadas. Según explica la investigadora principal del proyecto, «de momento, nos acaban de conceder la financiación». A partir de ahora, y durante un año, «nos centraremos sobre todo en la parte de diseño y la evaluación preclínicia». Al finalizar esa etapa, el objetivo es tener unos prototipos. «Aunque el proceso de comercialización será lento, estamos muy ilusionados», concluye.

Desde la Academia Inspiracle felicitamos a Carmen Álvarez y a todo su equipo, y estamos seguros que con los medios e inversión necesarios pronto nos darán muy buenas noticias.

 

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